Las exigencias de nuestros días hacen que en ocasiones se complique (por problemas de espacio, ubicación, e incluso burocráticos) la práctica de la colombofilia (cría y adiestramiento de palomas mensajeras) de forma individual.
En los años 90, surgió una modalidad nueva dentro de la colombofilia clásica, nacieron unas instalaciones denominadas colombódromos o derbys colombófilos (One Loft Race en inglés), a donde los aficionados podían enviar sus animales jóvenes (25 a 35 días de edad), para que se alojaran en ellas.
Después de un periodo de cuarentena, aquerenciamiento y una vez que los jóvenes pichones identifican esas instalaciones como su nueva casa (a donde intentan regresar siempre), compiten de forma conjunta frente a los animales de los demás aficionados y en las mismas condiciones de trato y manejo.
Se trata pues, de una actividad que ofrece a los aficionados la posibilidad de determinar el valor de sus animales en competencia directa con el de otros animales de aficionados de distintas procedencias geográficas.
Exige la existencia de una organización (Club Deportivo en el caso de España) que será la encargada de ofertar unas instalaciones para acoger a los animales, cuidado y manejo de los mismos, así como la elaboración de un calendario de entrenamientos y pruebas que culminarán con una suelta FINAL, tras la cual se determinará el ganador/es en las distintas modalidades.
Los animales son enviados por sus propietarios a las instalaciones del Derby o Colombódromo, con edades que oscilan entre los 25 a 35 días de edad. Estos jóvenes, asimilarán este lugar como su nueva morada, su casa definitiva a la que, intentar regresar gracias a su sentido de la orientación. Mediante unos entrenamientos y sueltas de enseñanza, la organización se encargará de la educación y cuidado de los animales.
Las primeras fases de recepción, cuarentena y aquerenciamiento de los jóvenes competidores (pichones llegados de distintos lugares geográficos) son primordiales para el futuro deportivo de los animales. La organización deberá proporcionar una lugar acogedor para que los animales se integren (al igual que sucede con los niños y sus primeros contactos con guarderías).
Superada esta fase inicial comenzarán los entrenamientos para el desarrollo muscular de los animales y, una vez demostrada su resistencia muscular, se procederá al desarrollo de su faceta de “palomas mensajeras” para que, gracias a ella, logren regresar a su casa desde los distintos puntos de entrenamiento y concursos a los que se le lleva.
Todos los animales están perfectamente identificados desde los 5-6 días de vida, mediante una anilla que les acompaña (colocado en una de sus patas) durante toda su vida. Además, y colocado en la otra pata, se le aplica una anilla con un microchip que permitirá mediante el empleo de un sistema de constatación automático, registrar las llegadas de cada una de las palomas (bien de entrenamiento o de concursos oficiales).
Existe un plan de vuelos compuesto por sueltas de entrenamiento (que no computan para los resultados finales) y después de ellos, se asignarán una serie de concursos puntuables para las distintas modalidades o campeonatos que se establezcan.
El momento álgido del colombódromo es el día de la Final, en el que se realiza una fiesta entre los participantes y simpatizantes, que acuden a las dependencias del Derby o Colombódromo, para ver “in situ” la llegada de los pichones desde el punto de Suelta determinado para esa Final y que establecerán los campeones en cada modalidad o campeonato. Como broche final, se realiza la entrega de trofeos y premios a cada uno de los clasificados dentro de lo establecido en las bases de la organización.